Historia porno: Una Madre pervertida

Me llamo Carine, tengo cuarenta y un años. Tengo dos hijos: Emilie, de dieciséis años, y Kevin, de dieciocho. Desde que me divorcié, a menudo me siento un poco sola, sobre todo por las noches, en esta gran villa en la que tengo la suerte de vivir, en la Costa Azul.
Debo admitir que casi siento celos de mi hijo cuando recibe a sus amigos. Los he visto desde que eran pequeños y no me había dado cuenta de que se habían convertido en jóvenes apuestos... Todo encajó una tarde del verano pasado cuando decidieron disfrutar de la piscina al final de una fiesta que mi hijo había organizado en el sótano de la casa. Mi hija estaba en la cama y cuando oí el primer "splash", no pude evitar mirar detrás de mi persiana entreabierta para ver si todo estaba bien...
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